Me convierto en la sombra perfilada de tu costado cuando estás dormida. Mis párpados se adormecen en tu aroma y mi piel se contrae. Me acoplo a tus espacios en eterna sinfonía caribe y dejo que tu aliento me envuelva, que me remonte a las orillas de la costa de arenas blancas de tu amor despierto, a las olas de tu sentimiento inquieto, que mojan mis pies con espuma de matices diversos que en su vaivén me pintan el espíritu… Me humedecen de tí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario