viernes, 17 de junio de 2011

Una vez

…Y creí ciegamente en que sería como las promesas que el viento me hizo aquella tarde, pero no, fue más como la omisión de palabra de un humano en un momento de verdad que una vez bordaba en punto de cruz la muerte del mesías sobre el canvas del mundo. No ubico en mis pertenencias tus imágenes imperfectas ni las mías, ni tus labios, ni tu vida. Tengo conmigo ese sentimiento adornado con suspiros que has decidido darme y prefiero que tengas tus cosas a tu cargo, y que de vez en cuando me las prestes para jugar con ellas a la sombra de una nube de perfume y, en silencio, observar como se convierten los deseos en metas, las metas en realidades, y las realidades en señoras que ríen de nada, mientras comienzan a bordar otra vez…

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